Os dejamos algunas fotos del singular acto que organizaron:
Y los zombis salieron de las cloacas...
Se arrastran penitentes entre la vida y la muerte guiados por un insaciable y antropófago instinto productivo. Su voluntad está controlada por la hechicería mercadotécnica y el fetichismo de la mercancía: mecánicamente trabajan, gesticulan, esperan, patalean, consumen. Ingieren grandes cantidades de polvo zombie para sumirse en estados catatónicos: no ven, no saben, no se enteran, sobreviven aletargados, vegetando, sin rabia contrapuesta a su inexorable destino, sin cuestionarse su propia felicidad.
Circulan torpemente por los pasadizos del laberinto evitando la eterna discusión entre lo posible y lo imposible, enterrando sueños en un cementerio. Se multiplican a la sombra de los cementerios y las centrales nucleares, de los centros comerciales, de los cuarteles militares que arman las bombas con uranio empobrecido, de los laboratorios y campos que experimentan con biotecnologías.
No aman porque no odian, no odian porque no aman, sus vidas extrañadas se escapan entre mediocres teleseries y la actividad laboral muerta, entre construcciones virtuales del mundo y un mercado enajenado del poder de los hombres y las mujeres.
Circulan torpemente por los pasadizos del laberinto evitando la eterna discusión entre lo posible y lo imposible, enterrando sueños en un cementerio. Se multiplican a la sombra de los cementerios y las centrales nucleares, de los centros comerciales, de los cuarteles militares que arman las bombas con uranio empobrecido, de los laboratorios y campos que experimentan con biotecnologías.
No aman porque no odian, no odian porque no aman, sus vidas extrañadas se escapan entre mediocres teleseries y la actividad laboral muerta, entre construcciones virtuales del mundo y un mercado enajenado del poder de los hombres y las mujeres.
¿Qué pueden hacer las comunidades humanas resistentes?
Unirse alrededor de espacios autónomos de la burocracia municipal para hacerse fuertes estableciendo lazos de apoyo mutuo. Participar en actividades y acciones que cortocircuiten la normalidad cotidiana y arrojen la armada crítica contra lo existente. Cuestionar la actitud zombie allí donde se manifieste. No aceptar la subordinación al aparato militar, administrativo y policial de nuestro propio país. No considerar la impotencia definitiva, no dejar de ser fiel a uno mismo.
Video:
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ResponderEliminardios estuvo de puta madre
ResponderEliminarjaja felicidades por la acción me hubiera gustado mucho haber estado. Un abrazo enorme
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